Minivacaciones a Comillas (Agosto 2024)
Mini vacaciones con Jaime en Cantabria. 6,7 y 8 de agosto 2024
Martes, 6 de Agosto
Aprovecho que este mes de agosto está tranquilo y le propongo a mi buen amigo Jaime a irnos a un camping a Cantabria. La idea es ir al camping de Oyambre, pero cuando llegamos a Comillas tenemos la precaución de llamar antes y nos dicen que está completo. Cambiamos de planes y nos quedamos en Comillas, que parece ser que aquí si hay plaza. Reservamos, de momento, un par de días. El camping es pequeño y básico, pero está muy bien situado. Después de montar la tienda nos vamos a la playa aunque con una paradita antes para tomar un café. Hace un día estupendo y en la playa, sobre todo con las sillas y la sombrilla que ha traído Jaime, se está mucho mejor. Comemos en un chiringuito de la playa. Se confunden y en vez de unos platos combinados nos traen 2 bocadillos…vaya tela. Nos los comemos igualmente con hambre. A media tarde regresamos de la playa al camping y nos damos un paseo por Comillas, que está a rebosar. Recorremos la localidad buscando un sitio para cenar. Finalmente nos sentamos en una terraza en pleno centro. La temperatura es maravillosa. Terminamos de cenar, nos damos un paseo y poco a poco nos vamos hacia el camping. La temperatura es maravillosa pero al llegar empiezan a caer unas gotas.
Comillas es una de las localidades más bonitas de Cantabria. En ella residían y veraneaban algunas de las familias más acaudaladas del siglo XIX. Entre esas familias acaudaladas se puede hablar de los indianos, que fueron aquellos que se fueron a hacer las américas y volvieron ricos. Uno de ellos sería precisamente el que mandaría levantar uno de los edificios más emblemáticos de Comillas, el capricho de Gaudí.
Miércoles, 7 de Agosto
Se ha pasado la noche lloviendo. Me he despertado muy temprano y aunque la tienda de campaña ha aguantado, alguna gota muy de tanto en tanto me parecía que entraba. Al poco de amanecer salgo de la tienda y sigue lloviendo. Hoy no habrá playa. Tras asearnos, Jaime y yo vamos a buscar un sitio para desayunar. Encontramos una panadería que sirve también café y aunque está abarrotada conseguimos una mesa. Como sigue lloviendo decidimos hacer turismo cultural y vamos a visitar el capricho de Gaudi. Yo ya lo conocía pues poco después de la pandemia estuve en un viaje a Comillas que hicimos mi madre, mi hermana y yo. Siempre merece la pena visitar el Capricho
El capricho es una de las tres obras de Gaudí fuera de Cataluña. El indiano Máximo Díaz de Quijano fue el mecenas que encargó el capricho. Cuando regresó a su pueblo natal coincidió en Comillas con Eusebi Güel, otro indiano que veraneaba en esta localidad y mecenas de Gaudí. Éste se casó con Isabel, familia de Maximo, y le presentó a Gaudí.
El edificio debería demostrar el poderío económico y las aficiones de Máximo. Gaudí contaba únicamente con treinta y un años y no hacía ni cinco que acababa de graduarse.
Gaudí supo perfectamente interpretar los deseos de su cliente, y toda su casa es una metáfora de sus aficiones pues era un excelente músico.
Cuando terminamos la visita afortunadamente ha dejado de llover. Nos damos una vuelta por los jardines y volvemos al centro de Comillas. Nos topamos con la oficina de Turismo y nos proponen visitar Colombres. Cogemos el coche y nos ponemos en Camino. Nuestra idea era comer en San Vicente de la Barquera pero hay mucha cola para entrar en el pueblo y nos vamos a Colombres. Tras encontrar un restaurante para comer nos damos un paseo. De Colombres nos vamos a visitar el parque de las Secuoyas, cerca de Comillas. Es difícil no encontrar el lugar puesto que por la carretera hay una gran cantidad de gente que se dirige al parque. Parece una peregrinación.
Cuando terminamos regresamos a Comillas y tras pasar por el camping a ducharnos nos vamos a cenar al centro. Todo está a rebosar de gente. Finalmente nos sentamos a cenar unos sandwiches en una terraza. Cuando terminamos nos encontramos que hay un concierto de música. Es un grupo francés que canta en inglés. Son, en mi opinión, muy buenos. Se llaman de “The Wacky Jugs”
Tras pasar un buen rato escuchando la mandolina acústica del líder de la banda nos vamos a descansar al camping.
Jueves, 8 de Agosto
Esta mañana tampoco parece que salga el sol. El tiempo en Cantabria es una lotería. Como la temperatura no es mala nos planteamos ir a alguna playa más al este a probar suerte, pero antes nos vamos a Comillas a desayunar. La panadería-cafetería hoy está imposible. Optamos por otra cafetería pero en seguida entendemos porque estaba vacía. Cara y mala. Cuando terminamos regresamos al camping a recoger para irnos. De allí finalmente nos dirigimos a Laredo a probar mejor suerte con el tiempo. De camino en coche la cosa no mejora. Al llegar encontramos rápidamente un sitio para aparcar a pesar de la cola de coches para entrar. Afortunadamente la temperatura no es mala. Cogemos lo básico para ir a la playa, pero antes nos detendremos a tomar un café. Finalmente Jaime insiste en llevar la sombrilla a pesar de que el sol no asoma. Pasamos el día en la playa. Nos vamos a comer a un restaurante chino cercano pero …que malo es. Nos paseamos un rato luego hasta el centro histórico de Laredo y me acuerdo de la última vez que estuve allí pasado 3 días con mamá Olga. Nos tomamos un heladito
(bueno, sólo yo) y nos vamos de nuevo a la playa. Jaime se va a pasear y yo me quedo dormida en la silla leyendo. A mitad de tarde y viendo que al sol no le ha dado la gana pasarse por allí, decidimos recoger y regresar a Burgos. Hay un desacuerdo en cuanto a la carretera que coger pero finalmente como dice Jaime volvemos por los Tornos, que es el camino más corto. Nos encontramos con bastante niebla, pero el camino de vuelta se hace corto.
En fin han sido 3 días estupendos para desconectar de la rutina veraniega de piscina y aunque el tiempo se ha puesto un poco tonto han sido unas mini vacaciones estupendas.
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