RUTA EN BICICLETA DE COPENHAGEN A ESTOCOLMO 1-15 JULIO
Martes, 1 de julio de 2025.
20 kms
Miércoles, 2 de julio de 2025.
30 kms
Nos levantamos pronto ya que nuestros
anfitriones se tienen que ir a trabajar. Nos han preparado un desayuno
estupendo y nos cuentan un poco en qué trabajan. A las ocho y media de la
mañana nos despedimos y David y yo aprovechamos para dar otra vuelta por
Copenhague y conocerlo un poquito más. La primera parada es la plaza principal
donde se encuentra el Ayuntamiento.
En el reloj hay una esfera que tarda más
de 25.000 años en dar la vuelta.
Continuamos recorriendo Copenhague hasta que decidimos descansar cerca de uno de los canales y comer algo. Desde allí nos vamos hasta la Central Station y compramos un billete para dirigirnos hacia la ciudad sueca de Malmö, que es la tercera más grande de Suecia, utilizando el puente Öresund. Este puente es una interesante combinación entre túnel y puente colgante. La vista aérea del túnel resulta muy curiosa ya que parece que al puente colgante se lo traga el mar. Hay varias explicaciones para esto como no obstaculizar el tráfico aéreo de Copenague, facilitar el tránsito marítimo y algunos hablan también de razones económicas ya que un puente subterráneo hubiera sido mucho más caro. Al llegar a Malmö hacemos un pequeño piscolabis en un Seven Eleven y continuamos para detenernos en un parque donde tenemos unas vistas estupendas de la torre Turning Torso.
Al cabo de un rato Hugo nuestro anfitrión
en Malmö contacta con David y nos invitan a ir con ellos a la playa pero
nosotros declinamos ya que queremos visitar un poco la ciudad y hacer unas
compras. Quedamos más tarde en su casa. Curiosamente llegamos todos a la vez al
apartamento. Nos invitan a guardar las bicis en su trastero y subimos a
su bonito apartamento. Tras ducharnos Sonia nos ha preparado una comida al mas
puro estilo colombiano. Cenamos abundantemente unas ricas arepas de carne
picada. Charlamos con ellos en la cocina hasta tarde. Sonia y Hugo se
conocieron en Colombia hace años y ahora ella habla con fluidez el sueco y Hugo
el español. Ha sido un día largo y cuando nos acostamos estoy agotada.
Jueves, 3 de julio de 2025.
84 kms
Viernes, 4 julio de 2025.
67 kms
Hoy nos levantamos en el refugio tras
pasar una noche tranquila. He descansado bien pero me he despertado alguna vez.
David prepara un buen desayuno, recogemos las cosas y aunque se nos hace
algo más tarde que otros días, nos ponemos en marcha hasta nuestro próximo
destino que todavía no tenemos muy claro cuál es. El día se ha levantado algo
nublado y fresco. Primero salimos del bosque donde se encontraba el refugio y
nos ponemos en camino hasta la localidad de Angelholm. Por el camino el tiempo
va mejorando a ratos. Vamos dejando atrás un paisaje combinado de campos
de cereal incluso unas viñas que son patrimonio de la humanidad. Llegamos
a la localidad de Angelholm y me agrada su centro, además el sol se ha animado
a salir así que compro una barra de pan y nos comemos en la plaza principal
unos bocadillos y un helado.
Sábado, 5 de julio de 2025.
11 kms
Vaya noche lluviosa. Hay un temporal que por lo visto durará 3 días. Afortunadamente la tienda ha resistido la inclemente lluvia durante la noche. Nos levantamos temprano con lluvia y llevamos nuestras cosas al kiosco cerrado y allí poder organizarnos a resguardo. Con la ayuda del secador de los baños secamos la tienda, preparamos el desayuno y pensamos en las diferentes posibilidades. Yo pensaba avanzar en bici hasta una cabaña a unos 60 km pero David me aconseja coger el tren que está a 4 km del camping hasta Halmstad y ahorrarnos esos casi 30km de bici bajo la lluvia, ya que ese tren sí permite bicicletas. En los cuatro kilómetros que nos separan del camping hasta la parada de tren nos calamos completamente. De camino David contacta con un warmshower que le ofrece alojamiento en Nässjö y le comenta que hay posibilidades de que lleguemos también en tren y con la bici. No sé cómo, pero David ha conseguido en poco tiempo encontrar un alojamiento y poder llevar las bicicletas en los trenes. Bjorn, nuestro anfitrión en Nässjö, nos comenta que desde Halstad podemos tomar otro tren que acepta bicis, así que hacemos un transbordo rapidísimo y conseguimos cogerlo. Nos lleva algo más de 2 horas llegar a Nässjö. El tiempo sigue lluvioso, hacemos alguna compra antes ya que la casa está a unos 5 o 6 km del centro.
Domingo, 6 de julio de 2025.
75 kms
Nos levantamos temprano y el día sigue
nublado. Hacemos un delicioso desayuno en casa del padre de Björn, nos
preparamos y con pena nos vamos de ese oasis. Desde Nässjö ponemos rumbo a
Gränna, en la costa del lago Vättern. Afortunadamente no llueve e incluso a
ratos sale el sol. Dejamos Nässjö por un campo de golf. El camino como siempre es bastante llano y dejamos a nuestro lado campos de cereal , bosques , lagos
y en el apartado fauna algunas parejas de grullas. De camino vemos fresas
silvestres que degusto con placer.
Tambien nos encontramos tras hacer 45 km una carrera de Iron man. Nos regalan 2 botellas de agua de ciclista de esas que les dan a los participantes. Seguimos nuestro recorrido entre carreteras, caminos y carriles bici. Cuando caen unas gotas nos refugiamos en un embarcadero muy agradable al lado de un lago Aprovechamos cuando sale algo el sol a hacernos unas fotos. Finalmente nos detenemos a
comer en un club de remo donde hay unas mesas habilitadas con un bonito paisaje. Caen algunas gotas pero hay otra mesa a refugio.
De vez en cuando se ven a curiosos que van a visitar ese coqueto rincón. Ya comidos, seguimos hasta Gränna tras casi 7 km. Vamos al supermercado a buscar aprovisionamiento y discutimos el plan siguiente, dormir en el siguiente camping o en un refugio de montaña a 2 km de Gränna. Nos vamos a descansar un rato al puerto de Granna preparado para bañistas y visitantes que se quieren relajar en unos bancos de madera con hierba por encima. Al ver la mala previsión del tiempo del día siguiente, finalmente nos vamos al refugio y mañana optaremos por otro alojamiento que nos permita refugiarnos de la lluvia que se avecina. El refugio de montaña se encuentra a las afueras pero subiendo una cuesta por un bosque que se nos antoja interminable. Por fin llegamos pero el refugio esta ocupado por un rebaño de vacas que no parecen muy dispuestas a dejarse amedrentar por nosotros. Por mucho que insistimos en alejarlas no hay manera. Desistimos y nos asentamos.
Lunes, 7 de julio de 2025.
37 kms
Me he despertado un par de veces esta noche pero en general he dormido bien. El día ha amanecido muy nublado y algunas gotas empiezan a caer mientras preparamos el desayuno. Parece que no escampa así que hacemos un poco de tiempo mientras buscamos alternativas de alojamientos. En booking encuentro un alojamiento a unos 36 km. No parece descabellado mojarnos hasta llegar allí en bici así que terminamos recoger todo y los ponemos en camino bajo la lluvia. Durante veintiséis kilómetros hasta llegar a Ödeshög la lluvia no nos da tregua. Diversos caminos por bosques y carreteras con poco tráfico nos llevan hasta esta localidad. Aqui nuestra única finalidad es hacer algunas compras hasta llegar a nuestro alojamiento a 10 km Hästholmen. Nos alojaremos en un gran refugio en el parque de Omberg. Es una habitación doble con unas instalaciones estupendas para cocinar. Llegamos y tardan un rato en atendernos pero finalmente nos dan la habitación. Antes limpiamos las bicis y las alforjas que están llenas de barro. Por fin ducha, comida y descanso secos a resguardo de la lluvia que sigue cayendo sin clemencia.
Martes, 8 de julio de 2025.
76 kms
El día amanece nublado a las 7 pero no llueve. Hacemos un copioso desayuno en las estupendas instalaciones de Stocklycke Vandrarhem. La lluvia vuelve a hacer su aparición y no parece que vaya a salir el sol hoy tampoco…que rollo. Lo de ayer está casi seco pero esta mañana se nos ha roto el secador que llevaba… qué desazón. Esperamos en el salón del albergue a ver si nos da una tregua la lluvia. David quiere esperar pero yo viendo la previsión saldría lo antes posible a la casa de nuestros próximos anfitriones que nos esperan a 74 km. Por fin para de llover a las 11h30. Dejamos el cómodo salón del albergue y nos ponemos en camino. La salida es preciosa , circulamos en medio del bosque y con vistas desde lo alto al lago durante unos 10 km. Al salir el paisaje cambia a un campo más abierto y con extensos campos de cereal salpicados de casas de campo de color granate. David me muestra las plantaciones de espárragos. El día aunque nublado mejora. En el km 30 llegamos al bonito pueblo de Vadstena. Comemos en un gran supermercado que tiene mesas y microondas. Compramos unos platos que preparan allí mismo y los calentamos gracias a que una amable dependienta me busca unos cuencos de papel para que no metamos los de plástico en el microondas.
Llegamos finalmente al canal de Göta que nos recuerda al canal de Castilla.
Aprovechamos a hacernos alguna foto y poco a poco llegamos al alojamiento de nuestros huéspedes que es una casa de campo en mitad de un bosque. Allí nos están esperando Anders y Helena con sus 2 hijos rubiales. Nos comentan que la ducha y el baño provisionales están en la calle. Nos damos una ducha con unas bonitas vistas de la naturaleza. Nos hacemos la cena y charlamos con los anfitriones un rato hasta que ya cansados nos vamos todos a la camaMiércoles, 9 de julio de 2025.
95 kms
He dormido estupendamente en el sofá de
Anders y Helena. David durmió en el suelo y me dice que él también jeje.
Hacemos todos juntos ( ellos y sus rubicundos peques) un buen desayuno y tras hacernos unas fotos todos juntos nos despedimos y continuamos nuestro periplo. El día por fin ha amanecido soleado así que salimos del bosque donde se encontraba la casa de estos chicos y buscamos el canal de Göta. Éste nos lleva al cabo de cinco kilómetros a un conjunto formado por siete esclusas a la vez que dan salida a un lago. Desde allí decidimos que no vamos a alojarnos en la casa que nos ofrecen unos WsH alemanes ya que quieren preparar una pequeña barbacoa al llegar y preferimos buscar otra alternativa ya que llegaremos cansados. Se desata de nuevo el dilema de la acampada libre que propone David y mis deseos de descansar en un camping tranquilamente. La opción del camping finalmente y tras ardua batalla se impone pero son 90 km de ciclar. Seguimos por una agradable pista ciclable hasta Lindköping. Hace calor y con la bici visitamos su catedral y al ir David a sellar su credencial le regalan unas chapitas de San Brígida puesto que es ahí donde comienza el camino de peregrinación. Dejamos la Iglesia atrás y damos un paseo por las calles y plazas de Linköping. Compramos algo en un supermercado y nos detenemos a comer la comida en la terraza de un restaurante que parece que está cerrado. Cuando ya nos hemos asentado sale un trabajador con dos enormes vasos de agua con hielo y nos dice que no hay problema porque comamos allí. Nos quedamos muy sorprendidos por su amabilidad ya que pensábamos que nos venía a echar. En agradecimiento David les prepara unas tapitas de jamón de jabugo del bueno con un poquito de tomate. Al terminar de comer limpiamos las bicicletas que nos están dando algún problema con el aceite y proseguimos nuestro camino. El recorrido por el paisaje de grandes cultivos de cereal no puede ser más apacible y agradable. Nos encontramos un ALCE, madre mía es enorme. Claramente se marcha corriendo en cuanto nos ve. En Norsholm hacemos una parada para comprar algo , tomar algo y descansar. El personal de supermercado no puede ser más amable al ver que se me caen las aceitunas y me he manchado las manos me hacen entrar a su baño a lavármelas. En cuando nos levantamos el día parece que se ha nublado un poco e incluso cuando retomamos el canal nos empiezan a caer algunas gotas. Apretamos la marcha pero la nube parece que se desplaza a la misma velocidad que nosotros. El camino del canal se corta ya que la posibilidad es retomarlo tras haber cogido un pequeño ferry que te avanza 5 km. Desafortunadamente para nosotros es ya tarde puesto que el horario del ferry ha terminado y tenemos que atravesar un bosque para volver a retomar el canal. Atravesando el bosque empieza nuestro periplo ya que nos perdemos en varias ocasiones y no hay manera de poder retomar la carretera. Tras varias idas y venidas finalmente David consigue que salgamos atravesando una propiedad privada donde afortunadamente no nos ven. Retomamos la carretera de nuevo para llegar al canal puesto que nuestro destino es el camping de Söderköping. Antes de llegar al camping hacemos otra pequeña parada en un supermercado para terminar de comprar cosas y preparar la cena.
Por supuesto a las horas que
llegamos al camping está cerrado y no podemos entrar a las duchas puesto que se
necesita una tarjeta especial. Finalmente el guardia del camping nos dice que
podemos pagar al día siguiente y que nos va a dar unas tarjetas para que
podamos entrar en las duchas. Ya duchados preparamos la cena y cenamos frente
al canal, que no puede ser más bonito. Como estamos cansados decidimos dejar la
redacción de estas memorias hasta el día siguiente.
Jueves, 10 de julio de 2025.
48 kms
Viernes, 11 julio de 2025.
61 kms
La mañana se ha levantado muy ventosa contrariamente a la tranquilidad y quietud de ayer. Sale algo el sol pero mayormente está nublado. Desayunamos en el refugio y recogemos todo. Tenemos que conseguir llegar a un camino decente para las bicis que se encuentra, según David, a unos 2 km. El camino para salir del refugio es estrecho e incómodo para circular con bici , especialmente con alforjas. Finalmente lo conseguimos. Llegamos hasta un parking del que sale un camino ancho de grava que nos lleva por un paisaje un tanto áspero lleno de zonas de pinos recién taladas. El cielo gris junto con ese aparente bosque desabrido en el que no vemos a absolutamente a nadie durante al menos hora y media hace que tengamos ganas ya de llegar a nuestro próximo destino que es la ciudad de Niköping. Ésta aparece tras 30 km de recorrido. Como andamos justos de batería al pasar por el museo de la ciudad nos detenemos y entramos a relajarnos y cargar los móviles en sus estupendas estancias abiertas al público. Aprovecho para responder a algunas peticiones y al cabo de un rato aprovechamos para comer en la terraza del museo. Seguimos nuestro recorrido pero antes dedicamos un rato a visitar esta ciudad que cuenta con un castillo medieval restaurado en varias ocasiones. Dejamos la ciudad que no me llama la atención especialmente y proseguimos por la carretera de la costa a ver si conseguimos avanzar unos 25 km más y descansar hoy en un camping donde darnos una ducha en condiciones. En algún momento de nuestro recorrido nos sale incluso algún rayo de sol. Finalmente llegamos a un camping llamado Dragsvik Husvangns klubb. Yo por un momento dudo que nos dejen entrar ya que parece más bien un club de caravaning, además no hay ni recepción. Finalmente hace su aparición un usuario que nos anima a llamar al número que aparece a la entrada. Nos comentan que no se admiten tarjetas así que tenemos un problema ya que no hemos sacado moneda sueca. Por fin llego a un acuerdo con el encargado y le pago en euros. Es muy amable la verdad por aceptarlos. Nos instalamos en un bosquecillo al lado del mar muy agradable.
La vista del muelle es preciosa, qué lástima que haga fresco y esté nublado; sin embargo metemos los pies en las heladas aguas del mar Báltico. Cenamos en una mesa frente al mar y escribo estas memorias desde la calentita recepción de la sauna que tiene unas vistas preciosas.Sábado, 12 julio de 2025.
78 kms
Esta noche ha llovido un poco, menos mal que la tienda es buena y no pasa el agua. La mañana está soleada y da más alegría ver el mar. Desayunamos frente a él y nos solazamos un rato en el muelle.
Domingo, 13 de julio de 2025
Hoy nos esperan a desayunar a eso de las 8 de la mañana. Nos preparamos ya que María nos llevará en coche a Estocolmo y como dormiremos allí nos llevamos lo fundamental para pasar una noche. María es muy comunicativa y vamos charlando todo el trayecto. Nos deja en Estocolmo y nos vamos dando un paseo hasta el hostel-barco. Llegamos y dejamos nuestro equipaje en el cuarto de equipaje y volveremos más tarde puesto que hasta las 15 h no haremos el check-in. Aprovechamos para dar un paseo por la parte histórica pero al cabo de un rato insisto en parar a tomar un café y tomar algo pues estoy desfallecida.
Luego paseamos visitando las calles más bulliciosas , el palacio real, nos sentamos en la animada plaza del museo del premio nobel. Estamos algo cansados así que nos vamos a comer al barco que ofrece unas instalaciones estupendas con cocina. Comemos y nos vamos a descansar al agradable camarote con vistas . A última hora salimos y nos vamos a ver el atardecer desde un alto de Estocolmo donde muchos otros han tenido la misma idea. De allí regresamos de nuevo a nuestro alojamiento flotante.
Lunes, 14 de julio de 2025
¡Qué bien se duerme en este barco! Nos
levantamos y vemos que el día ha amanecido algo nublado. Preparamos un rico
desayuno en la estupenda cocina del bar y nos vamos a resolver el tema de la
caja de la bici. Tenemos que conseguir unas cajas para poder empaquetar
nuestras bicicletas en el aeropuerto de Estocolmo. Unos días antes de llegar
contactamos con una tienda de bicis y nos dijeron que nos guardarían un par de
ellas. Cuando llegamos a la tienda nos enseñan dos cajas gigantes que apenas
podemos mover. Habida cuenta yo creo que de nuestra desesperación finalmente
desempaquetan dos bicicletas con dos cajas más pequeñas que son mucho más
factibles de transportar. Regresamos finalmente al barco con las cajas y las
guardamos en la habitación de equipajes. Ahora sí tenemos tiempo libre para
poder pasear por la ciudad. Nos dedicamos a explorar todo lo que no visitamos
al día anterior. Recorremos sus otras islas, el Ayuntamiento, sus calles..
finalmente a las 4 de la tarde ponemos rumbo hacia el barco para recoger las
cajas y dirigirnos con ellas a la estación, porque María y Åke nos esperan en su
casa. Nos volvieron a invitar a pasar el último día y además se ofrecieron a
llevarnos en coche hasta el aeropuerto de Estocolmo, un gran favor que
iba mucho más allá de nuestras expectativas cuando les solicitamos el
alojamiento. Pasamos de nuevo una velada extraordinaria con ellos.
Martes, 15 de Julio de 2025
Nos levantamos temprano para desayunar con María y Åke. Organizamos nuestras cosas y Ake prepara el coche con un gran portabultos donde van a ir nuestras cajas. El aeropuerto se encuentra a más de una hora de viaje así que nos sentimos muy afortunados por el gran favor que nos están haciendo. Nos despedimos de ellos en el aeropuerto tremendamente agradecidos por su inestimable y desinteresada ayuda. Todavía nos queda el último paso que es organizar las bicis y las alforjas para que no superen el peso exigido en este caso por Iberia ( 23 kg la bici y 8kg la maleta). Finalmente todo se resuelve favorablemente.
Ha sido de nuevo, gracias a David y sus
desvelos con tan compleja logística con las bicis, una experiencia de viaje muy
enriquecedora. He podido conocer a fondo el bonito paisaje de Suecia con sus
grandes campos de labor, sus lagos y sus bosques. También el hecho de elegir
tan variados lugares para dormir como los maravillosos refugios que hay
por toda Suecia, campings, albergues, barcos y warmshowers te da una
perspectiva más variada y entretenida del viaje. Nos ha llovido, nos ha hecho
calor, nos hemos visto en determinados momentos apurados en mitad de los
bosques , hemos recorrido canales de agua que nos recordaban a nuestro Canal de
Castilla y lo mejor de todo el cariño que hemos recibido, muchas veces a través
de esporádicos encuentros con los suecos y por supuesto , en la gran mayoría de
las veces, por el generoso y desinteresado apoyo que nos han dado ellos,
nuestros anfitriones de la Red de Warmshowers. Desde Copenhague Harmen y
Dorien, que son belgas viviendo en Dinamarca, nos acogieron en su bonita casa y
nos prepararon una maravillosa cena vegetariana salpicada de amenas historias
en su gran viaje en bici de 6 meses. Hugo y Sonia que estaban casi recién
llegados de un viaje de 1 año y nos regalaron sus historias en una cena al más
puro estilo colombiano. Y que decir de Björn, que en el trayecto que tuvimos
que hacer en tren de Halmstad a Helsinborg (20’) nos dió todas las
instrucciones para coger otro tren que aceptaba bicis y poder llegar a su casa
en Nässjö, que nos cedió, entera para nosotros,. Gracias a él pudimos pasar el
resto del día refugiados del temporal que azotaba esos días. No me puedo
olvidar de Anders y Helena y sus rubicundos retoños. Nos recibieron en su casa
de campo donde nos pudimos dar una ducha en pleno bosque con unas vistas
inmejorables. Y por último Åke y María que sin pensárselo hicieron mucho
más de lo que nos esperábamos. No sólo nos acogieron, nos ofrecieron todo,
desde alargar la estancia con ellos, hasta liberarnos del farragoso problema de
llegar con las bicis y las cajas al aeropuerto. Grandes veladas con todos
ellos que han enriquecido enormemente nuestra experiencia en Suecia y por
supuesto nuestra experiencia vital.
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