Viaje a MARRUECOS: Casablanca y las ciudades Imperiales de Rabat , Fez y Meknes
Esta semana pasada David y yo nos hemos ido a Marruecos a visitar Casablanca y las ciudades imperiales de Rabat, , Fez y Meknes.
El domingo 13 de noviembre viajamos de Madrid a Rabat y nos alojamos en un riad de la medina. Tras un estupendo desayuno nos dirigimos a lo que, en mi opinión, es una de las zonas más bonitas de la capital de Marruecos: la "Quasba de los Oudaias". Es una zona fortificada al lado del mar. Aquí recalaron los últimos moriscos de la península expulsados por Felipe III. Estos formaran una pequeña república cuyos recursos económicos provenían de una flota pirata que tenía aquí su base para el azote de las armadas cristianas. Tras la visita a la Quashba nos vamos a otro de los lugares más destacados de Rabat que es la torre de Hassan II. Esta torre almohade inacabada del s. XII es gemela de la Giralda de Sevilla y de la mezquita de Kutubía de Marrakech. Finalmente terminamos la tarde visitando la medina de Rabat cuyo trazado reticulado resulta fácil de recorrer.
Casablanca será nuestro próximo destino. El martes tomamos un tren para dirigirnos a la capital económica de Marruecos. Una vez alojados nos acercamos hasta la medina donde tenemos la ocasion de acercarnos hasta la recreación del Café Rick de la mítica película de Casablanca. En realidad ésta se rodó en los estudios de Holywood pero un ex-embajador decidió reconstruir en plena medina un bar que emulara los escenarios del famoso club. De allí nos dirigimos a la famosa mezquita de Hassan II; inaugurada por este monarca en 1993, es uno de los atractivos de la ciudad.
De Casablanca partimos al día siguiente hasta Fez en tren. Son casi 4 horas de viaje pues pasamos de nuevo por Rabat aunque sin bajarnos del tren. Al llegar a Fez nos vamos en busca de nuestro alojamiento. Afortunadamente está fuera de la medina con lo cual es relativamente fácil encontrarlo (y aún así nos tienen que venir a recoger). Despues de acomodarnos y descansar un poco en el riad donde nos invitan a un rico té a la menta con los dulces típicos marroquíes nos envalentonamos y nos adentramos en la medina con el GPS en mano. Fez tiene una Medina que es Patrimonio de la Humanidad, no en vano, ya que es un verdadero monumento viviente. Es un dédalo de calles donde resulta casi imposible no perderse . Aunque nosotros llegamos sin problemas a una de las plázas más típicas de la medina, al final nos despistamos y acabamos saliendo de sus murallas. Regresamos de nuevo a la puerta azul y volvemos a adentrarnos de nuevo en ese caos delicioso. La experiencia resulta muy interesante. Esa misma tarde decidimos, no obstante, contratar los servicios de una guía oficial para el día siguiente.
Tras el desayuno quedamos con nuestra guía Fátima. Junto a ella recorremos la medina visitando los lugares donde se encuentran los gremios artesanos más importantes donde destancan sus famosas curtidurías. La visita ha sido intensa pues son 5 horas así que al terminar nos vamos a comer un tajin típico de Marruecos.
Nuestro siguiente y último destino será la ciudad de Meknes. De nuevo el tren será nuestro medio de transporte. La llegada a Meknes no resulta muy oportuna pues es viernes y los negocios de las medinas están cerrados. Encontramos las calles vacías pero nos acercamos hasta el recinto imperial. Aunque hay muchas obras al menos conseguimos llegar al mausoleo del Moulay Ismail, éste es uno de los pocos abiertos a los no musulmanes. Este sultán de Marruecos hizo trasladar en 1675 la capital de Fez hasta Meknes, ciudad donde comenzó la construcción de una inmensa muralla de 40 km de perímetro, y un palacio.
Esa misma tarde paseando por los alrededores del recinto contratamos los servicios de un taxista para que al día siguiente nos acerque a Volúbilis. Esta ciudad romana a unos 30 km de Meknes es Patrimonio de la Humanidad. Construida en el siglo I dC sobre una ciudad anterior, se convirtió en una importante ciudad romana del norte de Africa. Hoy es una de las ruinas mejor conservadas de todo Marruecos.
Desde Volúbilis nos acercamos en taxi hasta la vecina ciudad de Mulay Idris en donde se encuentra el mausoleo del santo, biznieto de Mahoma, que arabizó estas tierras. La visita s su interior está prohibida a los no musulmanes.
De vuelta a Meknes decidimos visitar la medina y nos quedamos asombrados del cambio tan radical que hay respecto al viernes. Rezuma vida por todos los lados: los puestos, las tiendas, el ambiente es realmente extraordinario. Nos cuesta incluso salir de sus laberínticas y efervescentes calles.
Domingo ya de regreso a Rabat y vuelta a Madrid tras varios curiosos contratiempos con los transportes
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